Al aceptar los desafíos terrenales recordamos que nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos, como menciona «Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y ansiamos con muchas ganas verlo regresar como nuestro Salvador» La promesa de la vida eterna nos da esperanza y paz en https://tarotbizum94925.popup-blog.com/31667129/a-simple-key-for-biblia-y-tranquilidad-interior-unveiled