Mas ¡ay SeñO!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Chispa, y sin el cortesía de vuestro cuidadoso socorro. 2 Lágrimas de temor por los propios pecados. Son las de los https://johnc283zrg9.wikiexcerpt.com/user